Banco Sabadell Cierra un Año Excepcional en Bolsa con Fuerte Impulso en Diciembre
El sector bancario español está viviendo un momento notable, y dentro de este panorama, Banco Sabadell está escribiendo un capítulo especialmente destacado en el tramo final del año. Mientras muchos inversores hacen balance, la entidad catalana demuestra una resiliencia y un impulso que merecen un análisis detallado.
En lo que va del mes de diciembre, la acción de Sabadell ha registrado una apreciación del 6.6%. Esta cifra la sitúa como una de las más sólidas del selectivo, solo por detrás del 8.3% de Unicaja y del 6.8% de Santander. Tras una subida del 2.2% en la sesión de ayer, el valor cerró en 3.35 euros, rozando los máximos históricos de 3.42 euros alcanzados en noviembre.
Este comportamiento es aún más significativo si se considera el contexto general del año. A pesar de ser el banco español que menos ha subido en el ejercicio, con una revalorización acumulada que ronda el 88.8% para 2025, su trayectoria ha sido una sucesión de superación de obstáculos que han puesto a prueba la confianza de los inversores.
Superando la Sombra de la OPA y las Ventas Internas
El camino no ha estado exento de nubarrones. El episodio más significativo fue, sin duda, la OPA hostil lanzada por BBVA. Aunque la operación permitió a BBVA hacerse con un 6.78% del capital de Sabadell el pasado 16 de octubre, el efecto en el precio fue sorprendentemente efímero. La acción tardó apenas diez sesiones bursátiles en recuperar todo el terreno perdido, enviando un potente mensaje sobre la fortaleza subyacente del valor.
Más recientemente, otro evento pudo haber sembrado dudas: la venta de títulos por parte de su presidente, Josep Oliu. La operación, hecha pública el viernes pasado, consistió en la enajenación de 399,727 acciones por un valor aproximado de 1.32 millones de euros. En un contexto normal, una venta de esta naturaleza por parte del máximo ejecutivo podría interpretarse como una señal de falta de confianza. Sin embargo, el mercado ha hecho caso omiso. La acción no solo no se ha resentido, sino que ha continuado su marcha alcista al ritmo del sector.
Esto plantea una pregunta clave: ¿Por qué el mercado está ignorando lo que tradicionalmente se considera una señal de venta?
El Análisis Experto: Una Oportunidad Clara de Compra
La respuesta parece residir en la firme convicción de los analistas. Según el consenso recogido por Bloomberg, no hay una sola recomendación de "vender" sobre el valor de Sabadell. De las firmas que lo siguen, 10 recomiendan "comprar" y las 12 restantes se decantan por "mantener". El precio objetivo medio se sitúa en 3.56 euros, lo que implica un potencial alcista del 6.2% desde los niveles actuales y abriría la puerta a nuevos máximos históricos.
Un respaldo particularmente fuerte proviene de Intesa Sanpaolo. Los expertos de la firma italiana han incluido a Sabadell como el único valor español en su lista de favoritos para 2026, manteniendo una recomendación de compra. Su análisis es esclarecedor: atribuyen el relativo desfase del banco tras el fin de la OPA a una "limpieza de la base de accionistas y ajustes técnicos post-fracaso de la operación". Para ellos, este desfase no es una debilidad, sino una oportunidad clara para comprar o aumentar la exposición.
Intesa Sanpaolo basa su optimismo en tres pilares fundamentales:
- Un descuento mayor en la relación Precio/Beneficio (P/B) en comparación con sus pares.
- Una remuneración al accionista superior.
- Un crecimiento medio de la cartera de préstamos más robusto para el período 2025-2027, estimado en torno al 5%, frente a una media del 3.5% para sus competidores en la Península Ibérica.
El Gran Atractivo: Una Política de Dividendos Sin Precedentes
Si hay un factor que está captando la atención de los inversores por rendimiento, es la política de retribución al accionista. Sabadell se ha convertido en un auténtico "dividend play" dentro del Ibex 35.
La entidad tiene previsto repartir el próximo 29 de diciembre un dividendo a cuenta de los resultados de 2025 por importe de siete céntimos de euro por acción en efectivo.
Pero esto es solo el aperitivo. El plato fuerte está programado para abril de 2026. En esa fecha, el banco tiene previsto distribuir los 2,500 millones de euros procedentes de la venta de su filial británica TSB a Santander, en forma de un dividendo extraordinario. La magnitud de este pago es excepcional.
Las proyecciones para 2026 son llamativas: se estima una rentabilidad por dividendo (dividend yield) en torno al 16%. Esta cifra no tiene parangón en el selectivo español, ya que más que duplica la rentabilidad esperada de otros valores conocidos por su generosidad, como Enagás, Logista o Naturgy.
Los analistas coinciden en que la expectativa de este desembolso extraordinario actuará como un poderoso soporte para la cotización, manteniendo el interés de los inversores al menos hasta la fecha efectiva del pago en abril.
Perspectivas y Riesgos a Considerar
Mirando hacia el futuro, el panorama para Sabadell parece construido sobre cimientos sólidos. La entidad ha demostrado una capacidad notable para capear tormentas, desde OPAs hostiles hasta ventas de insiders, sin desviarse de su rumbo alcista. La combinación de un crecimiento orgánico superior al de la media, un balance saneado y, sobre todo, una política de remuneración extraordinariamente generosa, crea un cóctel muy atractivo.
Sin embargo, es importante mantener una perspectiva equilibrada. Los inversores deben considerar:
- La dependencia del ciclo económico español. Un giro inesperado en la economía podría impactar en sus previsiones de crecimiento del crédito.
- La evolución de los tipos de interés. Un recorte más agresivo de lo esperado por el BCE podría comprimir los márgenes de interés neto.
- La gestión post-pago del dividendo extraordinario. Una vez distribuidos los 2,500 millones, la atención se centrará en la capacidad del banco para mantener una política de dividendos sostenible y atractiva con sus recursos ordinarios.
- La posible volatilidad del sector bancario, que suele ser proclive a movimientos bruscos ante cambios en el sentimiento del mercado.
Conclusión: Un Valor con Viento en Popa
En resumen, Banco Sabadell está cerrando el año con una fuerza inusitada. Ha logrado transformar eventos potencialmente negativos, como una OPA fallida y ventas de directivos, en demostraciones de su fortaleza subyacente. Con el respaldo unánime de los analistas (sin recomendaciones de venta), un precio objetivo que apunta a máximos históricos y, lo que es más importante, la promesa de una retribución al accionista que es la envidia del Ibex 35, el valor se presenta como una de las historias más convincentes del mercado bancario español.
El dividendo extraordinario de abril de 2026 actúa como un potente catalizador a corto y medio plazo. Mientras tanto, los fundamentos de crecimiento y rentabilidad apuntalan la tesis de inversión a más largo plazo. Parece que, al menos de momento, Sabadell ha encontrado la fórmula para "volar" en Bolsa, ignorando con contundencia cualquier consejo de venta que pudiera surgir en el camino. El mercado estará muy atento a si consigue superar ese último escalón de los 3.42 euros para coronar nuevos máximos históricos.